Muchos soldados rusos se están negando a luchar. Pueden porque Rusia "técnicamente" no está en guerra

Soldados rusos.
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Cuando a principios de abril se les dijo a los soldados de una brigada de élite del ejército ruso que se prepararan para un segundo despliegue en Ucrania, estalló el miedo entre las filas. La unidad, estacionada en el lejano oriente de Rusia durante tiempos de paz, entró por primera vez a Ucrania desde Bielorrusia cuando comenzó la guerra a fines de febrero y vio un duro combate con las fuerzas ucranianas. Pronto quedó claro que no todo el mundo estaba de acuerdo. Muchos no querían volver.

Las tropas están diciendo no a los oficiales, sabiendo que el castigo es leve mientras que Rusia técnicamente no está en guerra.

Rechazar la guerra. La negativa a luchar de muchos soldados destaca algunas de las dificultades militares que ha enfrentado el ejército ruso como resultado de la decisión del Kremlin de no declarar formalmente la guerra a Ucrania, prefiriendo en cambio describir la invasión, que pronto llegará a su cuarto mes, como una "operación especial". Según las reglas militares rusas, las tropas que se nieguen a luchar en Ucrania pueden ser despedidas pero no procesadas, explicaba Mikhail Benyash, un abogado que ha estado asesorando a los soldados que eligen esa opción.

Cientos y cientos de soldados se han puesto en contacto con su equipo para pedirles consejo sobre cómo podían evitar ser enviados a luchar.

Los planes de Rusia. Las autoridades rusas han intensificado silenciosamente sus esfuerzos para reclutar nuevos soldados cuando quedó claro que una victoria rápida en Ucrania era inalcanzable. Una investigación realizada por la BBC mostraba que el Ministerio de Defensa llenó los sitios web de empleo con vacantes, ofreciendo a las personas sin experiencia en combate oportunidades para unirse al ejército con lucrativos contratos a corto plazo. Algunas grandes empresas públicas han recibido cartas del gobierno instándolas a inscribir a su personal en el ejército.

Sin movilización plena. Pero los analistas dicen que es poco probable que los reclutas voluntarios y los grupos de mercenarios conduzcan a un aumento sustancial en el número de nuevos soldados, en comparación con los números que traería una movilización parcial o total. A pesar de las especulaciones previas, Putin no declaró formalmente la guerra a Ucrania durante su discurso del Día de la Victoria el 9 de mayo. Y las autoridades pueden estar preocupadas de que una movilización general antagonice a grandes sectores de la población que apoyan la “operación especial”.

Los rusos podrían estar a favor del conflicto, pero en realidad no quieren pelear y una movilización general implicaría pérdidas colosales de soldados sin entrenamiento.

Una tendencia. El abogado Pavel Chikov, fundador de la ONG de asistencia legal Agora, ha escrito en Telegram que más de 1.000 militares y tropas de la Guardia Nacional de al menos siete regiones se han negado a ir a Ucrania. Pero el número real de estos casos podría ser considerablemente mayor y  las negativas podrían estar obstaculizando severamente los esfuerzos de Rusia para reagruparse y renovar sus operaciones militares.

"El fenómeno del rechazo se está volviendo sistémico. Tales soldados se encuentran en prácticamente todas las unidades que han regresado de Ucrania. Según nuestras estimaciones, del 20 al 40% de los militares contratados que regresaron de Ucrania y que se están preparando para ser enviados de regreso se niegan a regresar al combate", explicaba también Ruslan Leviyev, fundador de Conflict Intelligence Team, una ONG rusa que monitorea información sobre el ejército.

No son desertores. La mayoría de estos soldados no son desertores, pero podrían enfrentar ramificaciones legales por negarse a obedecer órdenes. Sin embargo, para condenar, los fiscales deben demostrar que la orden fue legal y que la negativa a obedecer causó "daño sustancial" a los militares. "Por los casos que hemos visto, están siendo intimidados con amenazas de enjuiciamiento y siendo manipulados por fiscales militares. Pero hasta el momento nadie ha sido procesado", explicaba el abogado.

Es sólo una "misión especial". La falta de voluntad del gobierno para llamar a la invasión de Ucrania una "guerra" o para declararla así o la ley marcial podría dar a los militares disidentes cierta protección contra las peores consecuencias de negarse a luchar. Los ciudadanos tienen derecho a negarse a ir a una guerra extranjera y matar gente. Y también tienen derecho a no participar en una "operación militar especial".

Sin embargo, un número desconocido de soldados han sido dados de baja del servicio militar por negarse a luchar en Ucrania. Basta decir que la pregunta de "¿cuáles son las consecuencias de negarse a servir en la 'operación militar especial?" se ha convertido en la consulta más frecuente que han recibido los despachos en las últimas semanas.

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