Hay pocas cosas que garanticen una buena sesión de cine desprejuiciado y sinvergonzón como ver a Jason Statham coronando un reparto. No verás muchas de sus películas nominadas a los Oscar, pero su categoría de icono del cine de acción más desfasado no tiene parangón alguno con ninguna otra estrella del cine actual. A diferencia de otras que parece que hacen películas de acción como trabajos alimenticios de los que arrepentirse a la mínima, Jason Staham está al doscientos por cien con la mostrencada que toque ese año.
El año pasado, por ejemplo, volvió a ponerse cara a cara con el demencial tiburón prehistórico de 'Megalodón 2. La fosa', que puedes ver ya en HBO Max. Una película veraniega y descerebrada que supera con mucho a su precedente, la primera y bastante mustia 'Megalodón'. En este caso, y gracias a la participación del director británico Ben Wheatley, experimentado director de cine de género en una clave habitualmente más modesta ('Kill List', 'Turistas', 'High-Rise'), la cosa desborda autoconsciencia y desenfreno.
En este caso volvemos a presenciar el clásico choque entre científicos y mercenarios, que dan al traste con una base submarina que investiga el comportamiento de un par de criaturas prehistóricas de tamaño brutal. Y ese es solo el principio, porque la fosa donde investigan guarda sorpresas de mayor tamaño. Por supuesto, alguna de ellas acabará lllegando a zonas pobladas por incautos bañistas. Y para qué queremos más.
Un sentido del humor patente desde los primeros trailers, donde se deja claro que ni el imparable T-Rex es rival para un buen megalodón es el que permite que la película, pasadísima de roca, funcione como un cañón. Sobre todo en su tramo final, donde veremos a Statham enfrentarse literalmente cuerpo a cuerpo con estas demenciales criaturas, y gozaremos de planos inolvidables (quizás sí que estemos hablando de material para Oscar) desde el interior de la boca del engendro. Una gozada.
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