El objetivo de la publicidad, lo que hace que un anuncio sea bueno, es conseguir captar la frágil atención del espectador, algo cada día más difícil en un contexto de hipervisibilidad y saturación de medios. Quién iba a decirnos que dos amigos del pequeño pueblecito almeriense de Albox serían capaces de llegar más lejos que decenas de agresivas campañas de agencias veteranas.
Dos cristianos, uno santo y el otro humano, ocupan el cartel del séptimo torneo de pádel de la Semana Santa de Albox. Precisamente relacionando a las dos figuras, tan veneradas por la sociedad española, con la temática del evento, nos encontramos con que Cristiano Ronaldo sujeta raqueta de pádel y escudo romano, encrespado, desafiando a sus rivales. Por su parte, Jesucristo expía nuestros pecados en una cruz compuesta por los mangos de la pala del deporte mencionado (no son porras policiales, aunque lo parezcan).
