¿Esta canción da para meme? Cómo el trampolín de éxito de Tiktok está cambiando la forma de crear música

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Es sin duda una de las cosas más relevantes que han pasado en el mundo de la música en este 2019, aunque muchos medios especializados vayan a dejárselo en el tintero a la hora de hacer el repaso anual: aunque la popular aplicación de vídeos cortos lleva con nosotros un par de años, este ha sido su momento de cristalización como red social masiva. Y con ello está llevando a muchos músicos pseudo desconocidos a la fama.

El ejemplo más conocido es Lil Nas X, un jovencísimo rapero que triunfó con Old Town Road, canción que a pesar de estar producida por el padre de Miley Cirus no había logrado las cifras que consiguió cuando su sonido se convirtió en uno de los “trends” (y en repetidas ocasiones) en la plataforma, con cientos de miles de jóvenes usándola de fondo para hacer sus propios clips. Lo que derivó en que una gigantesca audiencia le buscase y luego le convirtiera durante tres semanas en el artista más escuchado del Top 100 de Billboard, superando a Drake.

¿Cómo sucede esto?

Para quien no conozca cómo funciona la plataforma, es un poco diferente a la mayoría de redes. Por lo general, tú creas tu propio “feed” que te presenta unas informaciones a raíz de la gente a la que sigues. Con Tiktok hay dos canales, uno personalizado (y poco relevante) y otro “Para ti” (este sí fundamental), curado supuestamente para ti por el algoritmo pero aglutinando y fomentando tendencias de forma aleatoria. Esto hace que determinados vídeos (y con ellos la música asociada a los mismos) disparen su popularidad.

Muchas canciones suelen funcionar como base para hacer memes visuales de forma que luego la gente reutiliza la canción para personalizar ese mismo meme, por ejemplo, todo el mundo usa Absulutly Nothing de CG5 y Or3o para mostrar un cambio de outfit.

Si la mayoría de temas que le gusta a chavalada tiktokera son de base hip hop con un cariz paródico, eso es lo que van a hacer miles de productores. Canciones fácilmente memeizables. Con fragmentos sonoros ricos en texturas que permitan la coreografía o el baile. Es, ni más ni menos, que la evolución del estribillo pop de la radiofórmula.

Buscando repetir el golpe de suerte

"Mi objetivo final cuando creo una canción es pensar si conseguiré ser carne de meme", afirma Supa Dupa Humble. Tiene motivos para intentarlo, ya que este desconocido DJ newyorkino ahora convertido en productor logró que Stepping se convirtiese en el reto #idontknow. 500.000 personas han hecho este reto en la app sólo contando desde el momento en el que la canción se registró oficialmente, semanas después desde que la gente empezó a replicarlo.

All In, la propuesta trap de ZaeHD y su hermano CEO, arranca con una serie de monosílabos y onomatopellas afirmativas hasta que en el segundo 13 pasamos de súbito a un “oh damn”. Terreno fértil para que los jóvenes vean fotos de la chica que les gusta hasta que descubran que es menor de edad o un visitante de McDonalds haga recuento de todos los arcos dorados de la compañía en amarillo hasta que se encuentra inexplicablemente con uno azul

Sólo dos ejemplos de los muchos chistes que se han formado con All In en una plataforma que sus autores desconocían hasta que alguien les dijo “eh tíos, pero si sois virales”. Si sus primeros temas de hace cuatro años contaban con miles de reproducciones, gracias a All In ahora se colocan en los cientos de miles.

Mismo esquema para el dúo australiano Cookie Cutters con You Do You, reconvertido en #youdoyou con cientos de miles de vídeos de imitación y hecho expresamente para que cada fragmento de la canción fuese bailable. También para iLOVEFRiDAY y su trolleada llamada Mia Khalifa, con una estrofa femenina muy llamativa y que ya ha sido escuchada como playback 93.7 millones de veces bajo el hashtag #hitormisschallenge.

Según Tiktok, su app cuenta ya con 800 millones de cuentas y un crecimiento cercano al 500% anual. Los posts de “canciones que has oído mil veces en TikTok” son un éxito en Youtube, al igual que las playlists de Spotify, y el canal de Genius se nutre diariamente de publicitar a esos artistas anónimos que logran el éxito repentino cada día. Es lógico que ya puedan encontrarse artículos de marketing vendiendo “cómo hacer que tu canción se vuelva tendencia” en la plataforma. Por su parte, son también los usuarios los que buscan esas canciones hipnóticas, abiertas a la creatividad visual, para encumbrarse como el nuevo reto de moda que todo el mundo verá en panel de Para ti al abrir Tiktok.

Por supuesto, Tiktok no paga a los artistas ni un centavo aunque hay canciones cuyos fragmentos han podido ser reproducidos del orden de 50 millones de veces. La recompensa sólo llega en forma de reproducciones en Youtube (ya de por sí con unas cantidades ínfimas), si los usuarios se preocupan en buscarlos allí. Además la compañía china lo tiene legalmente aún bastante fácil para seguir así, al menos en Estados Unidos: la última actualización legal sobre el pago a artistas musicales facilitaba las cosas para los canales de streamig, pero TikTok no encaja en esta categoría. Tiktok, eso sí, está valorada ya en 75.000 millones de dólares, casi tres veces más que Spotify.

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