Este de aquí no es Tom Cruise, es un deepfake y muestra por qué los famosos deben verificarse ya en TikTok

Tom Cruise
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Te pasan un vídeo, sale Tom Cruise con un polo blanco en lo que parece un campo de golf, un escenario muy natural, y con una calidad y nitidez de imagen que te hace pensar que fue grabado ayer mismo. La marca de agua pone Tik Tok. “Qué gracioso”, piensas, “el actor ha decidido sumarse a la lista de celebrities que empiezan a subir contenido a la app de origen chino”. Error: la cuenta del usuario pone @deeptomcruise. En este punto estamos, en el que un tipo de similar morfología puede hacerse pasar por él, que se acerca y se aleja, se pone y se quita prendas de la cabeza sin que la ilusión se desmorone en ningún momento.

Una semana en la vida de @deeptomcruise: una cuenta que suma ya 166.000 seguidores y que lo mismo te cuenta un chiste, realiza un truco de magia con una moneda o te anima a que le acompañes a una tienda de ropa italiana. En todos los casos, como para dejar su marca personal, el actor del actor pega una carcajada con su reconocible risa maníaca.

Marca registrada (en Tik Tok): la tuitera estadounidense Lauren White ha hecho una advertencia muy acertada: “toda figura pública debería ya mismo hacerse una cuenta verificada [en esta red social] incluso aunque no planee subir contenido”. De esa manera sería más fácil que los espectadores pudieran identificar si el vídeo proviene de la fuente oficial o no, estando más fácilmente alertados, y también para que la estrella pudiese denunciar al suplantador en caso de que hiciese con su aspecto algún contenido pernicioso.

De hecho, es lo mínimo que deberían hacer: si subestiman la importancia de ese foro y no se verifican ellos la cuenta podría suceder que el usuario suplantador acabe teniendo un perfil enormemente popular con el que explotar financieramente su imagen de forma fraudulenta. Y luego están los efectos en la salud mental: ya hay, claro, mucho deepfake porno, y la política actual en estas plataformas eróticas es banear a todo aquel que ponga el nombre del famoso o la influencer, pero es muy difícil erradicar este contenido. Los psicólogos están alertando de los posibles efectos mentales de “verte a ti” hacer ciertas cosas a la vista de todo el mundo.

Tiktok no ha hecho comentarios sobre el caso Cruise. No sabemos si están trabajando a nivel de seguridad de identificación, pero lo que sí sabemos es que lo están haciendo en el sentido inverso, potenciando la investigación en sus filtros “fase swap” para que los creadores, si así lo quieren, tengan herramientas cada vez más sencillas y profundas para hacer deepfakes de otras personas.

Empezar por lo más fácil: como sabemos, y aunque la tecnología deepfake está avanzando a marchas forzadas, ahora mismo las imitaciones perfectas en un 99% se limitan a aquellos que tienen horas y horas filmadas de sus expresiones y rostros. Es decir, figuras públicas y actores. Hace dos años alguien hizo un vídeo con el intérprete cómico Bill Hader transformándose en el mismo Tom Cruise sin que hubiese el menor atisbo de duda. Tom la fía todo a una futura contradefensa: al ser preguntado por el asunto, dijo que le parecía una “carrera armamentística” y que “si alguien está haciendo esto alguien estará trabajando en otras tecnologías que puedan detectar deepfakes. No lo veo como el fin del mundo”. Eso sí, mal que le pese a nuestro querido actor, los algoritmos están aún lejísimos de conseguir detectarlos con precisión.

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