Rusia necesita mover su petróleo y paga muy bien. Los "buques fantasma" iraníes le están haciendo el trabajo

Flota Fantasma
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Actualmente la UE está preparando un décimo paquete de sanciones contra Rusia. La idea es que esté listo para el próximo 24 de febrero, día en el que se cumplirá el primer año desde el comienzo de la invasión rusa de Ucrania. De momento, numerosos analistas sostienen que el hecho de que el Kremlin haya anunciado recientemente un recorte de su producción de petróleo indica que las medidas occidentales están funcionando.

Por otro lado, hay otra consecuencia derivada de estas sanciones. La prohibición por parte de la UE de transportar crudo ruso en buques continentales ha provocado que Rusia esté utilizando una “flota fantasma”, así como rutas comerciales alternativas -una de las cuales pasa por Ceuta- para transportar su crudo. Además, Financial Times ha informado recientemente de otra maniobra del Kremlin para eludir las restricciones occidentales.

Crudo ruso en buques fantasma iraníes. Según un reportaje publicado por el medio británico el pasado 7 de febrero, buques cisterna de la “flota fantasma” iraní han comenzado a transportar crudo ruso desde que en diciembre entraran en vigor algunas restricciones occidentales como el tope al precio del petróleo ruso y la prohibición de la UE a sus navieras de cargar oro negro procedente de Rusia.

Aumenta el transporte tras las sanciones. La investigación llevada a cabo por los periodistas Chris Cook y David Sheppard concluyó que, en los últimos dos meses, 16 navíos integrantes de la “flota fantasma” iraní, creada para transportar petróleo de la República Islámica eludiendo las sanciones impuestas por EE.UU, operaron durante los últimos dos meses con crudo ruso.

Navíos ocultos. Se trata de un incremento del servicio que este tipo de buques, que enmascaran su propiedad y movimientos para no ser detectados, proporciona a Moscú, pues entre febrero y noviembre de 2022 (desde el comienzo de la invasión de Ucrania hasta el mes anterior a las sanciones al precio y transporte del crudo ruso), solo nueve navíos operaron en las rutas comerciales rusas.

Rusia necesita buques. La razón por la que el Kremlin ha optado por emplear este tipo de buques iraníes es su falta de navíos para transportar su petróleo. En este sentido, en octubre de 2022, Sam Chambers, director de Asia Shipping Media, publicó un artículo en Splash247 en el que señalaba que Rusia estaba organizando su propia flota de buques fantasma para hacer frente al embargo europeo.

Flota incompleta. De hecho, indicó que, según datos de Braemar, empresa que proporciona servicios de intermediario marítimo, Rusia se enfrentaba a un déficit de navíos de 70 aframaxes (empleados en transporte de petróleo a corto y medio trayecto) y 35 suezmaxes (capaces de transitar por el canal de Suez)  para transportar todo su crudo.

Al auxilio del Kremlin. En este sentido, Sergey Vakulenko, economista y antiguo jefe del departamento de estrategia de Gazprom, escribió un post publicado por Carnegie Endowment for International Peace en octubre de 2022, en el que señalaba que, para transportar su crudo, Rusia podría contar con el apoyo de navieras procedentes de India, China y de países del Golfo Pérsico, ya que se trataba de compañías acostumbradas a operar con crudo iraní, sujeto a sanciones.

Moscú paga muy bien. Por otra parte, algunos analistas aseguran que las navieras no occidentales que acceden a transportar el crudo de Moscú lo hacen porque Rusia ofrece pagos muy elevados por este servicio. Svetlana Lobaciova, analista en EA Gibson, compañía intermediaria marítima, señaló en conversaciones con Financial Times que la prima ofrecida por cargar oro negro ruso es “al menos un 50% por encima de las tarifas normales y puede ser incluso un 100% superior en algunos casos”.

Alteraciones en el mercado. Ello provoca que la línea entre el mercado gris y el mercado convencional de tanques petroleros se haya “difuminado en el último año”, según afirmó un agente intermediario marítimo en conversaciones con el medio británico. Se trata, en definitiva, de una consecuencia más de la invasión rusa de Ucrania que puede suponer un importante quebradero de cabeza para Occidente, especialmente ante el posible aumento de la demanda china de crudo.

Imagen: Unsplash

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